"¡Es un video juego!"
"¡Es un cómic!"
"¡No!"
"¡Es el sueño del pibe!"
Scott Pilgrim vs. The World (2010) de Edgar Wright es la traslación a la pantalla de la historieta homónima de Bryan Lee O'Malley, en la que un pibe canadiense se enamora de una yankee recién llegada y súper cool, pero para quedarse con ella debe vencer a sus siete malvados ex-novios. Un argumento típico de juego de Arcade, desde el Mario Bros. hasta el Final Fight.
Y de hecho la peli es pirotecnia permanente. Explota al máximo la cruza de estos espacios, cine, cómic, video juego, entrelazando sus estéticas, sus códigos de narración y el conjunto de sus paradigmas para crear una súper peli, a la que le falta nomás ser interactiva, dejar que el espectador apriete algún tipo de botón para ayudar a Scott en los momentos más críticos. Pero paciencia, no debe faltar mucho para que la tecnología nos deje elegir nuestra propia aventura largométrica.
Por lo pronto podemos disfrutar una y otra vez esta fiesta que casi, casi rompe las fronteras de la pantalla.
Calificación: K.O.